De escenarios y demás hierbas...

Después de 5 días he regresado al escenario número 2.

Acabo de aprender según un texto universitario del mundo moderno, que vivimos en tres escenarios distintos y la ciudad, Madrid esta vez, es el segundo de ellos.

Estuve en el Campo, el escenario 1 que cada vez esta siendo menos visitado, más olvidado, aunque también más valorado. Pasamos la mayoría del tiempo en el escenario de la Ciudad, e inevitablemente, en el escenario número 3, el más nuevo y el que cada vez invade con más fuerza en nuestro día a día, aunque amablemente. El mundo Digital, el que ahora estas utilizando, y yo también, el de las computadoras u ordenadores, el de los ipods, iphones, i..y demás aparatos divertidos, veloces, interactivos y cientos de adjetivos más que nos dan una clase de confort inservible que nos hace más fácil escapar de el escenario 1 y 2. En fin. Llegué al campo de Lugo, en Galicia al nor oeste de España, encima de Portugal. Estuve en una granja de leche donde volví a tener contacto con el escenario número 1, donde entre vacas y becerros, entre miles de litros de leche freca que hasta tomé de la misma ubre, entre chorizos "made in home", lechugas, tomates, coles de bruselas y vino (o viño) de casa de los viñedos del propio Pepe (padre y creador de todo este espacio), recibí la Navidad en muy buena compañía.

Para describir un poco la situación, la madrugada del 25 de diciembre, me desperté a las 6:45 am para ir con Noelia, la hija-veterinaria de Pepe, al establo y a la planta donde más de cien vacas son ordeñadas cada mañana y cada tarde dando alrededor de 30 litros diarios cada una de ellas. Hicimos un recorrido matutino para darle minerales a las vacas mayores y vitaminas a las que estaban en crecimiento, vacunas a las niñas y remedios a las enfermas. A las terneras les dimos un poco de leche en recipientes especiales y a las de pocos días de nacidas las alimentamos directamente con biberones. Al dar la vuelta de rutina, descubrimos que una de las madres, que como imaginaran sucede constantemente, estaba a punto de parir, así que al terminar con las obligaciones de esa mañana la ayudamos a hacerlo jalando con unas sogas atadas a las patas blancas y mojadas que ya asomaban. Desde allí soy madrina de una vaquita a la que masajee para activar su circulación y sequé la placenta con paja tan solo unos minutos después de nacida.

En el almuerzo comimos un jabalí que Don Pepe mató noches antes, y que su compañera Doña Benilde cocinó exquisitamente.

Sin tanto detalle, el video describirá más este encuentro con el primer escenario y aunque el equilibrio entre el campo, la ciudad y el escenario digital es lo más recomendado por los especialistas del mundo moderno, yo, personalmente, me planteo la posibilidad de pasar más tiempo en el escenario 1, con suerte más que en los número 3 y 2. Como mal redundan los españoles: ¡Ya veremos a ver!

Feliz Navidad.