jueves, 27 de agosto de 2009

Afganistán.. ¿Elecciones democráticas?

Todavía no se sabe quién será el próximo presidente de Afganistán, ni tampoco si habrá una segunda vuelta electoral en octubre. De todas formas los candidatos favoritos, entre 41 competidores, no dudaron en adjudicarse, una vez cerradas las urnas la tarde del 20 de agosto, la victoria definitiva que suponía haber superado el 50% de los votos. Tanto el actual presidente Hamid Karzai –quien es el mandatario impuesto por la Comunidad Internacional tras la caída del régimen talibán en 2001- como su rival más cercano, su ex ministro de Exteriores Abdulá Abdulá, aseguraron haber conseguido los votos necesarios.
Lo cierto es que la Comisión Electoral Independiente (CEI), encargada oficial de dar los resultados definitivos, aun no ha dado datos sobre la participación (que podría estar en torno al 40-50% debido al peligro que representaba ir a votar) y sólo ha anunciado los resultados basados en el 10% del escrutinio, donde Karzai estaría a la cabeza con el 40.6% de los votos, seguido de cerca por su ex ministro con 38.7%. La tensión es tal , que un par de horas después de conocidos los primeros resultados, los talibanes hicieron estallar un camión bomba en Kandahar - al sur del país- que mató a más de 40 personas y dejó decenas de heridos.
Los resultados al 100% se conocerán recién a finales de septiembre. Mientras tanto la inseguridad en el país es verdaderamente alarmante.
Las elecciones en Afganistán se desarrollan en medio de una guerra que ya dura más de 30 años y que no ha logrado calmarse -todo lo contrario- ni con la intervención británica, ni con la rusa, ni con la soviética y aunque muchos analistas dicen que es imposible lograr un verdadero proceso democrático con esas condiciones, las elecciones son esenciales para la nueva estrategia de EEUU en el país asiático, pues tienen un matiz pedagógicamente democratizador ,más que otra cosa.
Al momento de las elecciones:

  • El 45% de los distritos estaban bajo amenaza de armas y en los 10 distritos controlados por los talibanes ni se abrieron las urnas.

  • De los 2,742 colegios utilizados como centros de votación, 26 fueron atacados por insurgentes durante la jornada electoral. 11 miembros de la CEI fueron asesinados.

  • Las elecciones han costado 223 millones de dólares, por lo que no hay mucho interés en que se realice una segunda vuelta.

  • Debido a que no hay censo de Afganistán -es demasiado peligroso realizarlo y sólo queda algo de un censo que intentaron hacer los soviéticos-, el registro electoral se realizó esta vez mediante la inscripción voluntaria de los adultos y en muchas provincias los hombres declararon el número de mujeres votantes a su cargo, un dato imposible de comprobar ni discutir.

  • El presidente (quien cuenta con el apoyo de la comunidad internacional) ha aceptado -hace escasas semanas- leyes desfasadas como la que permite a los hombres prohibir la comida a sus mujeres si no los complacen sexualmente, una manera de ganar los votos de los afganos más radicales.

  • Hay más de 200 denuncias -por robo de urnas, manipulación de personas analfabetas o por doble votación- que recaerían sobre el candidato presidente a quien se le acusa de haber comprado cientos de miles de votos para garantizar su victoria en primera vuelta, una victoria que, según dicen, esta decidida antes de las elecciones.

  • Los insurgentes le cortaron los dedos con tinta indeleble a varios votantes para castigarlos por haber ejercido su derecho al sufragio.
Para el jefe de los observadores de la UE las elecciones han sido “justas aunque no enteramente libres” por las intimidaciones de los talibanes. Justas dice.

Historia de Afganistán:
Después de casi 200 años de reinado de una misma familia, en 1973, el rey Zahir Shah fue depuesto dando inicio a una cadena de acontecimientos que explican la situación actual de Afganistán. Ese año, el pais pasó a ser una república y años más tarde, con un golpe militar, se instauró el primer gobierno comunista de la historia afgana. Pronto hubo divisiones en el partido gobernante y el primer ministro terminó por ejecutar al presidente, tomando su cargo. El régimen de Hafizullah Amin fue tan brutal como su llegada al poder y durante su gobierno fueron asesinados miles de afganos. Entonces Rusia sintió que Hafizullah Amin era una amenaza en el poder y en una rápida sucesión de acontecimientos, éste fue asesinado y el ejército Rojo tomó Afganistán.
La ocupación rusa duró 10 años y costó la vida a un millón de afganos mientras que otros varios millones tuvieron que huir al exterior. Los guerreros afganos – islámicos o muyahidines- lucharon con el apoyo encubierto de los Estados Unidos para lograr la salida de las tropas soviéticas y aunque las Naciones Unidas intentaban conseguir una transición pacífica tras la ocupación, en 1994 un fortalecido movimiento talibán emergió de la cuidad de Kandahar -al sur-, y poco a poco logró el control del país. Cuando en 1996, el Talibán tuvo el control de Kabul, la capital, la comunidad internacional reaccionó y se declaró en contra de las políticas extremistas, criticó el papel de la mujer y reclamó que erradicaran las plantaciones de opio (en ese entonces Afganistán era la 1º fuente de opio para Europa). Estados Unidos, presionaba además para que Osama Bin Laden fuese entregado, mientras que los talibanes decían que el saudí era un "invitado" de Afganistán.
Tras los atentados del 11-S, el Consejo de Seguridad de la ONU autorizó la creación de una fuerza compuesta por las tropas de la OTAN para asistir al presidente impuesto por la comunidad internacional, Hamid Karzai y para establecer la autoridad de la nación. Hasta hoy no se ha conseguido estabilizar el pais.

No hay comentarios:

Publicar un comentario